Colombia es un país pluriétnico, es mestizo, blanco, negro, mulato e indígena, por lo que presenta a lo largo y ancho de su territorio una gran diversidad cultural, e historia que constituye en si misma su riqueza y marca las características de su identidad nacional.
Este amplísimo marco cultural, que tiene sus raíces en las culturas precolombinas, es el entorno natural de la cultura colombiana que ha sido determinada tanto por factores sociales, ambientales, climáticos como por la configuración geográfica.
En cada región del país se arraigó un tipo humano con sus propias características. Como una historia propia y una leyenda que lo marca como representante de su cultura.
podemos identificar en cada región :al norte, la costa atlántica habita gente extrovertida y alegre y se ha conformado una región que incluye además de negros, mulatos y blancos, tribus indígenas como los Wayuu de la Guajira, los Kogi de la Sierra Nevada de Santa Marta y los Cuna del Golfo de Urabá. En la costa sobre el Océano Pacífico se asentaron comunidades de raza negra, pueblos de pescadores y cazadores que habitan a orillas del mar y en la selva húmeda de mayor diversidad del mundo, la del Chocó, y que también es cuna de tribus indígenas como los Emberá y los Noanamá. Al sureste, la exuberancia de la selva amazónica, cálida y húmeda ha sido durante siglos el hábitat natural de numerosas agrupaciones, con sus mitos y leyendas, conformadas por grupos dedicados a la caza, la pesca, con formas de vida comunitaria y a veces nómada como los Sibundoy, Makuna, Tukano y Tikuna. Al este, en los llanos del Orinoco y los inmensos ríos de la gran sabana se han desarrollado sociedades basadas en la agricultura y el pastoreo y asentamientos indígenas como los Guahibo, que todavía habitan las orillas del río Vichada. En el centro, en la cordillera de los Andes, dividida en tres ramales y densamente poblada, se albergaron sociedades con marcadas diferencias culturales y grandes capacidades para la agricultura, la alfarería y el tejido y tribus que hoy conservan tradiciones seculares como los Guambianos, los Pijaos y los Paeces.
Cada expresión regional tiene sus valores, su música, sus tradiciones y todas se funden en un carácter único de colombianidad. Las manifestaciones de ese carácter muestran su diversidad. La expresión musical, por ejemplo, mezcla ritmos e instrumentos europeos de tradición histórica propia, con danzas y ritmos africanos como son los casos de la cumbia y el vallenato en la costa Atlántica, el currulao y la jota en el pacífico, el bambuco o la guasca en el interior andino y el joropo llanero, pasando por una gama enorme de ritmos y variaciones interpretados con instrumentos propios tales como las gaitas fabricadas con cañas y cera de abejas, las marimbas, tiples y bandolas o los más sofisticados y modernos instrumentos musicales.
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